¿Pudo la ciudad haber tenido un jugador en el máximo nivel del básquetbol mundial? La respuesta es si. Marcelo Patricio Nicola fue el tercer argentino drafteado por la NBA, detrás del «Gigante» Jorge González (pick 54, Atlanta Hawks en 1988) y el «Loco» Hernán Montenegro (pick 57, Philadelphia 76ers en 1988).

El jugador surgido en Ben Hur, formando parte del Taugres de Vitoria de España, fue seleccionado en segunda ronda por Houston Rockets, en el puesto 50. Los Rockets mantuvieron sus derechos de elección durante dos años para luego cedérselos a Portland Trail Blazers en 1995, pasando Clyde Drexler a Houston. Al igual que González y Montenegro, Nicola tampoco pudo llegar a la NBA, pese a que estuvo presente en algunos entrenamientos en la franquicia que adquirió sus derechos.

En una entrevista con Básquet Plus, Nicola se refirió a su chance de haber jugado en la NBA:

– ¿Tenés tu opinión formada sobre si tuviste la carrera que quisiste tener?
– Eh, pienso que sí. ¿Podría haber sido mejor? Sí, pero también podría haber sido peor. Pero mi época era muy distinta a la de ahora. La NBA no estaba tan cercana a Europa como lo está ahora. Cuando venía un scout NBA a un partido en mis tiempos, era porque había una estrella en potencia. Y venía uno en 100 partidos. Ahora, en cada partido ACB, LEB Oro, o tercera división alemana, hay 1, 10 o 20 scouts.
– Está más que claro que hubieses jugado 10 años en la NBA sin problemas.
– Puede ser, pero es imposible saberlo. Estuve un tiempo largo en Vitoria, otro período largo y fructífero en dos partes en Treviso, donde jugué bien y obtuve títulos y conseguí muchas cosas. No me puedo quejar. En un momento importante de mi carrera tuve una lesión de rodilla que me paró 6 meses, pero la verdad no me quejo. Me divertí mucho jugando al básquet.

Quien lo siguió entre los argentinos drafteados fue nada más y nada menos que Emanuel Ginobilli en 1999, lo que marca lo difícil que era para los argentinos llegar a la mejor Liga del mundo. Luego, la historia conocida, con Manu consiguiendo cuatro anillos y muchos compatriotas jugando con los mejores del mundo. Un rafaelino, estuvo muy cerca de ser el primero.