Con una actuación de menor a mayor, el conjunto nacional se impuso por 80-63 y se aseguró la clasificación para el Mundial.

Y habrá que ir practicando chino… A tres partidos del final (y más allá de la calculadora), la Selección Argentina logró el objetivo deseado en estas Eliminatorias. Porque con una actuación que fue de menor a mayor pero que terminó siendo sólida y en la línea de crecimiento que viene marcando este grupo, el conjunto de Sergio Hernández se impuso por 80-63 ante Estados Unidos y largó la fiesta en el colmado Superdomo de La Rioja al conseguir la clasificación para el Mundial de China 2019 (líder del Grupo E con marca de 8-1).

No fue el mejor inicio para Argentina, que en poco más de 5 minutos se encontró 12-0 abajo tras fallar los 10 primeros lanzamientos y no encontrar volumen ni efectividad. Pero poco a poco empezó a levantar y fueron clave los ingresos de Lucas Faggiano y Lucio Redivo. El primero, con su intensidad defensiva en la primera línea. El segundo, con su habitual mano (dos triples). Brussino entró en la dinámica y la Selección cerró el primer cuarto con parcial de 13-4 para quedar cerca (16-13).

El partido no tuvo vuelo y, pese a no fluir, los de Hernández se acomodaron bien, con mejor cuidado del rebote y gran solidez defensiva que evidenció las limitaciones de un rival con pocas luces ofensivas y que abusó del triple (6-23) y del uno contra uno. Argentina fue encontrándose más con el aro, con más protagonismo de Scola (8 tantos en el PT) y la consistencia de Redivo como el más claro (12) para terminar arriba al llegar al descanso: 35-32.

El regreso del vestuario fue todo de Argentina. La defensa marcó el ritmo, y en el otro costado por fin de abrió el aro. Primero con un triple de Lapro y dos más de Aguerre. Más tarde, con un tramo fantástico de Brussino, que se despertó con un gran tapón y después castigó con una seguidilla letal de volcada y dos bombazos que pusieron una diferencia de 58-40.

La ventaja ya estaba clara, y la contundencia nacional terminó de hacer el resto. El seleccionado no bajó su intensidad y cerró el trámite sin problemas, con la solidez (una vez) de Marcos Delía (9 tantos y 7 rebotes) y, sobre todo, con el show de Nico Laprovittola, quien completó una tarea genial de 17 unidades y 8 asistencias que le valieron una enorme ovación del estadio.

Fuente: CABB